Viajar

Viajar para mí es vivir en movimiento. No se trata solo de llegar a un destino, sino de todo lo que sucede en el camino: las conversaciones inesperadas, los paisajes que cambian, las comidas que cuentan historias. Desde 2019, he explorado más de 40 países con mi cámara, buscando no solo capturar imágenes, sino momentos, emociones y culturas que se convierten en recuerdos imborrables. Cada viaje es una invitación a ver el mundo desde un nuevo ángulo y a descubrir que las diferencias nos enriquecen, transformando lo desconocido en aprendizaje.

Pero viajar no siempre implica cruzar fronteras. A veces, el mayor descubrimiento está en las calles de tu barrio o en un rincón olvidado de tu ciudad. La clave está en observar con ojos de explorador, en transformar lo familiar en fascinante.

Porque al final, viajar no se mide en kilómetros recorridos, sino en la curiosidad con la que miras. Ya sea al otro lado del mundo o en la esquina de tu casa, es una forma de abrir los sentidos, romper con la rutina y encontrar historias que estaban ahí, esperando ser descubiertas.




América

América es un continente que vibra con contrastes: desde las inmensas urbes del norte hasta los paisajes desbordantes del sur, cada región cuenta historias de cultura, diseño y naturaleza. En 2019, recorrí sus rincones junto a mi generación de arquitectura, explorando la armonía entre las formas urbanas y el entorno natural. Ciudades como Nueva York y Chicago, con sus líneas minimalistas y su audacia en las alturas, se complementan con las vibrantes texturas de Medellín y São Paulo, donde la arquitectura dialoga con la comunidad, el clima y la historia.

Posteriormente, las carreteras del norte de Argentina y la Patagonia marcaron aventuras únicas junto a amigos, a bordo de una camioneta. El norte argentino, con sus paisajes desérticos, montañas coloridas y caminos infinitos, ofrece una experiencia profundamente conectada con la naturaleza y su majestuosidad. La Patagonia, con sus glaciares, lagos inmensos y cielos que parecen no tener fin, invita a la contemplación y a perderse en su inmensidad salvaje. Fueron viajes que definieron la idea de libertad y aventura.

En 2022, Nicaragua me regaló un viaje distinto: la oportunidad de trabajar capturando momentos mientras acompañaba a un grupo de amigos surfistas. Playas salvajes, olas perfectas y una atmósfera relajada se combinaron para crear un escenario ideal, donde la cámara se convirtió en una extensión natural de esa conexión con el entorno. Cada rincón de América cuenta historias únicas, transformándose en un lienzo lleno de experiencias memorables y emociones compartidas.



Europa

Europa es un continente donde la historia y la arquitectura se encuentran en cada esquina. Desde las majestuosas catedrales góticas hasta los edificios contemporáneos que definen las grandes ciudades, cada país aporta su propio carácter y estilo. Es un lugar donde los contrastes se hacen evidentes: paisajes naturales se mezclan con estructuras urbanas, y tradiciones centenarias conviven con la innovación moderna.

Recorrer Europa en camioneta fue una experiencia que permitió vivir de cerca esta diversidad. Cada región cuenta con su propia identidad, visible en los materiales, las formas y las soluciones arquitectónicas que reflejan sus necesidades y su contexto cultural. Desde los pequeños pueblos con encanto medieval hasta los centros urbanos que marcan tendencias en diseño y sostenibilidad, cada destino ofrece una lección única.

En 2019, este viaje tomó un significado especial al realizarlo junto a mi generación de la facultad de arquitectura. Más que un recorrido turístico, fue una forma de aprender directamente de las obras que siempre habíamos estudiado. Europa es un continente que inspira, no solo por su historia, sino por su capacidad de evolucionar y seguir siendo un referente en el mundo del diseño y la arquitectura.


Asia

Asia es un continente que fascina por sus contrastes. Desde las antiguas construcciones hasta los rascacielos más futuristas, su arquitectura refleja la convivencia entre lo tradicional y lo moderno. Cada país ofrece una visión única: templos que hablan de espiritualidad milenaria, palacios que cuentan historias de imperios pasados y metrópolis que proyectan el futuro con diseños audaces y vanguardistas.

Recorrer Asia me permitió explorar la inmensidad de este continente, donde la diversidad cultural y geográfica se manifiesta en cada escala. Desde las ciudades caóticas y llenas de energía hasta los paisajes tranquilos que rodean los pequeños pueblos, la arquitectura se adapta con elegancia a su entorno. Los materiales y estilos varían, pero siempre conservan un profundo respeto por la tradición, aún en las propuestas más innovadoras.

En el viaje académico que realicé junto a mi generación en 2019, Asia se convirtió en una experiencia transformadora. Fue un encuentro directo con culturas que reinterpretan constantemente su legado arquitectónico, adaptándolo a las necesidades contemporáneas. Este continente es un ejemplo vivo de cómo el diseño puede ser tanto un puente hacia el pasado como una proyección hacia el futuro.